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lunes, 27 de julio de 2015

LAGO DI GARDA

Lago di Garda

El Lago di Garda, se sitúa en el Norte de Italia, entre Venecia y Milán y muy cerca de la ciudad de Verona y Padua. Si va desde Venecia, llegarás a él en dos horas en coche y si lo haces desde el Milán, aproximadamente una hora y cuarto.

Es un lago glaciar, proveniente del deshielo de un glaciar de la era Neozoica. Mide aproximadamente de largo unos 52 kms, aunque si deseas recorrerlo con relativa tranquilidad no debe hacerse en menos de dos días.

Sin duda, el lago es espectacular, ya que además de la belleza del propio lago, rodeado en su lado norte de las montañas del Baldo (Pre Alpes), con más de 2000 metros de altura, está salpicado en toda su longitud por pueblos pintorescos, tranquilos y llenos de belleza.


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Imprescindibles del Lago di Garda


El Lago di Garda tiene pueblos preciosos, y cualquiera que recorras te parecerá una maravilla. Lamentablemente el tiempo es limitado, así que nosotros visitamos aquellos de los que nos habían dado mejores referencias, y desde luego ninguno nos decepcionó ni un ápice. Para que te hagas una mejor idea, indicaré las ciudades, para que se pueda realizar a modo de ruta por la carretera que bordea el lago.



Sirmione: Sirmione es la estrella incuestionable. Situado en el lado sur del lago, entre las localidades de Desenzano y Peschiera. Sin duda es uno de los pueblos más bonitos ya que está situado sobre una pequeña península que se adentra en el lago.






Puedes llegar con el coche muy cerca de la entrada de la zona amurallada, donde encontrarás aparcamiento en zona azul. Si vas en verano, te aconsejo que vayas a última hora de la tarde, así evitas aglomeraciones de turistas y además aprovechas para ver el atardecer a orillas del Lago.

No puedes perderte su castillo medieval, llamado Rocca Scaligera, o Castello Scaligero, es uno de los mejor conservados de Italia, data del siglo XIII y fue construido por Mastino I della Scala. El recinto amurallado cuenta con un foso repleto de agua alrededor de la muralla exterior y del castillo.





Una vez dentro del centro histórico, la Plaza Carducci,  llena de encanto ya que está repleta de cafeterías y restaurantes. Allí mismo y junto al pequeño puerto, podrás tomarte un helado saboreando las vistas al lago.




Si tienes ánimo para caminar y te gusta contemplar vistas inolvidables, te recomiendo visitar las cuevas de Catulo, que en realidad son las ruinas de una antigua villa romana en la que se creía que había vivido el poeta de mismo nombre. No olvides volver por el lado este, esto te permitirá bordear el lago y ver cómo se pone el Sol tras el Castillo de Sirmione.

 



Bardolino: La siguiente localidad que visitamos fue Bardolino, una pequeña localidad llena de encanto a orillas del Lago. Si vas en coche en verano, encontrás poco aparcamiento, pero dejar el vehículo lejos llega a merecer la pena, pues te obliga a callejear por sus calles. La calle principal que desemboca en el lago es la Piazza San Niccolo, aquí encontrarás todos los comercios principales de la ciudad y la Iglesia de San Niccolo y Severo al fondo.









Una vez hayas paseado por el centro, te recomiendo que llegues al Puerto, presidido por un Monumento a los héroes de la I Guerra Mundial, para disfrutar de su colorido y trasiego de gente. Desde allí podrás ver unas preciosas vistas al Lago y las Villas que salpican toda la costa del mismo. Hay restos de un antiguo fuerte (queda una de las torres) adosado a una de las villas (ahora Hotel Catulo, personaje que siempre aparece por el lago di Garda).



Tras el puerto y para finalizar vuestra visita, te invito a recorrer la Riva Cornicello, lo que en España llamaríamos el paseo marítimo. Recorre desde el centro del pueblo hasta la Marina de la localidad, y merece la pena no solo por las vistas, sino por las espléndidas villas del siglo XIX, sumamente cuidadas.









Punta San Vigilio: Uno de los sitios más singulares del Lago di Garda es la Punta San Vigilio. Se trata de una pequeña lengua de tierra que se adentra en el lago, presidida por una Villa, hoy convertida en Hotel y una playa sumamente exclusiva. Cuando digo exclusivo es porque se trata de una playa privada, no es de libre acceso, y acceder a ella solo te costará 20 euros por persona. Realmente lo que merece la pena son las vistas desde la Villa, como decía antes hoy convertida en Hotel y restaurante, ya que te permite ver una visión bucólica del lago... Un lugar que decididamente merece una parada.



 







Malcesine: Malcesine rebosa encanto por los cuatro costados. Si llegas en coche, aparcar es muy fácil, pues hay un aparcamiento de pago justo a la entrada del casco histórico. 








El rasgo más característico de su centro urbano es el carácter medieval que destilan sus viejas calles, plazas y edificios históricos. Como todo pueblo de la zona, las vistas al Lago son maravillosas, pero a diferencia de los pueblos anteriores en Malcesine las vistas comienzan a cambiar, ya que aparecen en escenas las montañas del Baldo y la sensación de estar en un lago rodeado de montañas de más de 2.000 metros impresionantes. De hecho, si tienes la suerte de disfrutar de un día claro, puedes subir en telesférico hasta el Monte Baldo y deleitarte de las vistas.



Malcesine tiene dos puertos, el Puerto Viejo, diminuto y accesible solo por estrechas callejuelas, y el Puerto Nuevo, rodeado de restaurantes repletos de turistas. Allí puedes disfrutar de un refrescante Spritz con un plato de Gorgonzola a pie de lago.



Destaca sobre todo su castillo, llamado Castillo Scaligger, del siglo XIII que se alza sobre el pueblo y domina todo el lago. Si subes hasta él, tendrás que recorrer callejuelas estrechas y serpenteantes, para finalmente alcanzar una bella fortaleza y las vistas sobre el lago. El castillo es visitable y de pago.





Torbole: Si quieres disfrutar de las mejores playas, debes viajar hasta el norte del Lago a las localidades de Torbole y Riva dil Garda. Ambas localidades están muy próximas entre si, e incluso se pueden recorrer andando por el litoral. 









A mi entender, lo más atractivo de Torbole es su playa amplia, de arena rocosa, y aunque para aquellos que  estamos acostumbrados a la arena fina de Cádiz es incómodo, disfrutar de la playa es relativamente soportable. La playa es amplia y no tiene un escalón profundo, por lo que bañarse es muy cómodo, especialmente si viajas con niños.



Lo más impresionante del lugar, son sin lugar a la menor duda, las sensaciones. Estar bañándote en una playa de agua dulce, rodeado de montañas de 2000 metros, en donde se practican toda clase de deportes acuáticos. La sensación es completamente distinta a bañarte en un mar o un pantano. Eso sí, estas en los pre Alpes, el tiempo cambia constantemente, ahora tienes el Sol y a la media hora te está lloviendo... 





Limone sul Garda: Si continuas por la carretera que bordea el lago, comenzarás por las costa oeste del mismo. La  zona este discurre por una zona escarpada, con inmensos túneles que atraviesan las montañas. El contraste entre la costa este y oeste es evidente, las playas en el este, los precipicios en el oeste. Uno de los pueblos a visitar en el lado oeste es Limone sul Garda, famoso por el licor que se fabrica allí  y que seguro habrás probado.. "el limoncello". Como intuirás, el pueblo está lleno de tiendas con botellas del licor amarillo por doquier.


Si llegas por carretera, el pueblo queda bajo, al borde del lago. Hay un aparcamiento a la entrada del pueblo, en la parte alta. Ni se te ocurra intentar bajar con el coche, o lo pasarás realmente mal. Las calles son tan estrechas y cuesta abajo, que cuando te des cuenta que vuestro coche no pasa por las estrechas calles sin dejaros la carrocería en el intento, no te quedará más remedio que rehacer el camino marcha atrás y cuesta arriba... No se lo deseo ni a mi peor enemigo... o si?



Por lo demás, el pueblo tiene calles estrechas, muchas cuestas, un paseo marítimo muy agradable y buenas vistas.


Poco más puedo decir de la costa este del Lago, porque luego nos cayó el diluvio universal y tuvimos que volvernos para casa, ya que como os decía, el tiempo cambia constantemente en el lago.



Desenzano del Garda: Para nosotros Desenzano fue el lugar de parada y posta. Te lo recomiendo por su situación, a 10 minutos de Sirmione, y con acceso muy rápido a la carretera de la Costa del Lago. 



Un sitio ideal para salir a cenar por las noches, especialmente en verano, donde se celebran cada jueves, las noches blancas, con música en directo por las calles y un ambiente muy acogedor.



Recomendable un paseo por la noche por el paseo marítimo, así como pasear por el puerto, rodeado de casas nobles y casi metido en la plaza del Ayuntamiento.

Gardaland: Gardaland, no es un pueblo, ni un monumento, ni un espectáculo de la naturaleza, es sencillamente un parque de atracciones. Pero no un parque de atracciones cualquiera, destaca por sus ambientes cuidados, su limpieza, su organización y sus atracciones innovadoras. No tiene las dimensiones de Disney, pero para mi gusto supera con creces al Parque Warner y a Port Aventura. 




Está localizado en el lado este del lago, a unos 20 minutos de Desenzano del Garda, y hay señales por todas partes que facilitan su localización. Si piensas visitarlo, te recomiendo que entres en la página web www.gardaland.it 

Si compras las entradas por la web para un día determinado puedes ahorrarte un buen pico.

Si vas con niños, es un lugar al que no puedes dejar de ir.



3 comentarios:

  1. Bonito resumen de un precioso recorrido. Es un placer hacer viajes con un compañero así. Me encanta viajar contigo y quiero seguir haciéndolo siempre.... Habrá que volver al Lago di Garda en alguna otra ocasión más...

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