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sábado, 24 de diciembre de 2016

MARSELLA

MARSELLA


Vista del Viejo Puerto, con Ntra Sra de La Garde al fondo
Marsella está situada en el Sur de Francia, a orillas del Mediterráneo, siendo hoy en día la segunda ciudad mas poblada de Francia.

A modo de acercamiento histórico hay que decir que fue fundada por marineros y que pronto se hizo un sitio relevante como puerto comercial del mediterráneo. Fue incorporada por la corona de Francia en 1481 y desde entonces tuvo siempre fama de ciudad díscola frente al gobierno de París. El aumento del Imperio francés y las conquistas de Francia desde 1830 en adelante (sobre todo en Argelia) estimularon el comercio marítimo y aumentaron la prosperidad de la ciudad. Sin embargo durante la Segunda Guerra Mundial, la ciudad fue ocupada por la Wehrmacht entre noviembre de 1942 y agosto de 1944 y sufrió graves destrozos. Una gran parte del casco antiguo de la ciudad fue dinamitado en un proyecto masivo de limpieza, con el fin de reducir las posibilidades de ocultar a miembros de la resistencia que operaban en los edificios antiguos de gran densidad de población. 

A partir de la década de 1950, la ciudad sirvió como puerto de entrada a Francia para más de un millón de inmigrantes. En 1962 hubo una gran afluencia después de la independencia de Argelia, a la que hubo que sumar unos 150.000 franceses que tuvieron que volver a la metrópolis tras la independencia de Argelia.. todo ello convirtió a Marsella en una gran urbe multicultural.

A la hora de visitar Marsella y si no dispones de más de un día para hacerlo hay que dividirse en tres zonas: EL Viejo Puerto, El barrio de Le Parnier, y la zona de la Basílica de Notre Dame de La Garde. Sin duda hay más zonas en la ciudad interesantes, pero el tiempo no estira para más...

El Viejo Puerto


Empezamos por el viejo puerto, y lo primero que debes hacer es pasear. Hoy en día el Puerto es un sitio de congregación de gente, puestos de artesanía y de comida, donde aun puedes encontrar a los pescadores vendiendo directamente la captura diaria. Antiguamente el puerto era un lugar eminentemente comercial, punto de afluencia de los bancos mercantes provenientes de las colonias francesas de África y del comercio con Oriente. Hoy está repleto de embarcaciones de recreo, y aunque haya perdido su antiguo esplendor comercial, la monumentalidad de los edificios del entorno y el ambiente que se genera en torno a el, lo convierten en el corazón neurálgico de la ciudad,

Allí mismo puedes encontrar fácilmente unos trenecillos que te llevan por toda la ciudad, puedes hacer el recorrido completo (Viejo Puerto- Le Parnier y Ntra Sra de Le Garde) o bien solo el trayecto a Ntr Sra. de Le Garde. Nosotros optamos por el segundo y caminar por el barrio de Le Parnier.

Frente al puerto, comienza la Calle Le Canabiere donde se pueden encontrar las tiendas de mayor nivel adquisitivo de la ciudad. 

En mi opinión merce más la pena disfrutar del ambiente del Viejo Puerto, sus puestos de pescado, de jabón (¿Hay que recordar de donde viene el famoso Jabón de Marsella?), de artesanía, ...


Dejamos el Viejo Puerto y antes de adentrarnos en el Barrio de Le Parnier, decidimos recorrer un tramo de la Calle Le Canabiere, de edificios residenciales monumentales, amplias avenidas y como decía antes tiendas de cadenas comerciales de alto nivel, lo que la convierten en la arteria comercial principal de Marsella.


                   

Volvemos nuevamente hacia el viejo Puerto y nos adentramos en el Barrio de Le Parnier, a través de la Calle de la República. Poco a poco nos vamos elevando ya que este barrio queda encima de una pequeña colina sobre el Viejo Puerto, por lo que os encontraréis muy a menudo con escaleras. Las calles comienzan a ser mas estrechas y las casas más bajas y tradicionales.

El barrio de Le Parnier tuvo en sus comienzos bastante mala fama, ya que si bien en sus comienzos fue la zona de los primeros asentamientos en la ciudad, el crecimiento de esta, hizo que las clases mas adineradas buscasen otros lugares para establecer su residencia, quedando Le Parnier como un barrio de pescadores e inmigrantes a través de los siglos. En la segunda guerra mundial, fueron destruidos muchos de sus edificios, ya que al ser una zona con mucha densidad de población, los miembros de la resistencia la usaban como lugar de escondite. En los últimos años, la zona se ha rehabilitado, ahora se pueden encontrar muchos tiendas de artesanía, restaurantes y cafeterías con mucho encanto, por lo que se ha convertido en un lugar imprescindible en tu visita.


Plaza en el barrio de Le Parnier

La Vielle Charité


Paseando por le Parnier pasamos por delante de "La Vielle Charité", que fue un hospicio para los pobres, dedicada a Notre-Dame, madre de Charité (Nuestra Señora, Madre de la Caridad). 

Fue originalmente concebida en 1622 pero no se acabo hasta 1749. En el siglo XVII los mendigos eran perseguidos en la ciudad por los guaridas locales, a los que eran de fuera de la ciudad se les expulsaba, pero a los mendigos marselleses se les confinaba en estos hospicios, donde los educaban para distintos trabajos, aprendices, ayudantes, etc.. En realidad era medio hospicio y medio cárcel, ya que como decía antes eran confinados allí para que no estuvieran merodeando por la ciudad. 

Con el tiempo se usó además de hospicio, cuartel de la legión, incluso como lugar de alojo de los sin casa durante la II Guerra mundial. Hoy en día está transformado en un centro cultural que alberga escuelas, museos y centros de exposiciones.


La Vielle Charité



Catedral


Seguimos caminando por el barrio de Le Parnier y nos acercamos a una impresionante iglesia, la Catedral Mayor. Es una catedral románica bizantina, construida con piedras de color rosa de las canteras de La Couronne. 





La iglesia actual son en realidad varias iglesias, todo ello deriva de la historia de iglesias anteriores. Antes de la actual catedral estaba ubicada en el mismo lugar la catedral Vieja de Nuestra Sra, que existió hasta 1852, y que fue parcialmente derribada para construir la actual catedral. De esta solo se conserva el coro y una nave lateral que se conservan como parroquia independiente pero anexa a la catedral.


Interior de la Catedral 
La construcción de la nueva catedral supuso romper una racha de dos siglos sin construir nuevas catedrales en territorio francés. Sus dimensiones son comparables a la Basílica de San Pedro de Roma. El nuevo edificio se construyó con la idea de ser el reflejo del poderío de Marsella, en aquella época Puerto del Oriente, segunda cuidad de Francia y principal puerto del país.




Comenzamos a bajar nuevamente hacia el Viejo Puerto y tras unos minutos llegamos al Fort Saint Jean, desde donde además del propio fuerte, su elevación sobre el puerto permite contemplar una de las imágenes mas hermosas de Marsella. El Fuerte fue mandado construir por Luis XIV para proteger el Viejo Puerto y fue ocupada en sus inicios por la Orden Militar de San Juan de Jerusalen, de donde deriva su nombre. Ha sido utilizado durante siglos por el ejercito francés y durante la segunda guerra mundial por el alemán. De hecho en 1944 durante la liberación de Marsella, estalló un polvorín destruyendo parte de los edificios que contenía. Actualmente su uso es eminentemente cultural.

Murallas del Fuerte de Saint Jean


Fuerte de Saint Jean con el Fuerte de San Nicolas al fondo

Junto al fuerte podéis ver la Iglesia de Saint Laurent, mucho más modesta que las anteriores.

Seguimos bajando por la avenida Vaudoyer y seguimos contemplando preciosas imágenes del Viejo Puerto. Es un momento propicio para sentarnos en una plaza y tomar tranquilamente un refresco disfrutando de las vistas.



Viejo Puerto con Ntra Sra. de La Garde al fondo



Tras pasar un rato más por la zona del viejo puerto nos decidimos a coger uno de los trenecillos que dan una vuelta por la ciudad. En concreto de las distintas rutas que hay nosotros tomamos uno que nos subía hasta la Basílica de Ntra Sra de La Garde, ya que subir a pie no era una opción, habíamos leído que aunque se podía el camino era largo y con grandes cuestas, pero cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia... es peor aun... En resumen, subir en taxi, autobús o trenecillo, es altamente recomendable.


Isla de If
Una de las cosas más atractivas de tomar el tren es su velocidad, ...lenta, lo que te permite ver muchas cosas por el camino, como por ejemplo la Isla, con el castillo de If, famoso por las novelas del Conde de Montecristo y del Prisionero de la Máscara de Hierro. Aunque es famoso por esta ficción lo que la gente no suele saber es que fue famoso en la Edad Media porque allí naufragó una nao portuguesa con un rinoceronte que había sido capturado para ser mostrado en la corte portuguesa. Tal fue la fama de este rinoceronte que hasta el rey Francisco I de Francia se desplazó a Marsella para verlo.


Tras más de media hora de recorrido llegamos hasta la Basílica de Nuestra Señora de La garde, construida sobre un montículo de unos 150 metros sobre el nivel del mar. Las vistas como podéis imaginar de la ciudad de Marsella son impresionantes.

Vistas de Marsella desde la Basílica de Ntra Sra de La Garde


La basílica actual data del siglo XIX, aunque anteriormente hubo otra capilla dedicada a la Virgen. Para la visita necesitarás al menos una hora, ya que no solo visitas el templo, sino sus alrededores y la cripta.

No podéis dejar de ver el interior, pues se continua el estilo románico bizantino, con sus cúpulas y subcúpulas doradas.








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